Arthur Garfield Dove

Arthur Dove destaca en la Historia del Arte por ser considerado el primer artista norteamericano en crear obras puramente no representativas o abstractas.

10/2/20174 min read

Nació en Canandaigua, una ciudad pequeña al norte del Estado de New York, en 1880. Sin embargo pasó sus primeros años en Geneva, NY, donde su padre desarrolló un emprendimiento en la industria de la construcción, como contratista y a su vez fabricante de ladrillos. Realizó sus estudios superiores en Cornell University, finalizándolos en 1903.

Graduado y con ansias de desarrollarse profesionalmente, se asienta en la pujante ciudad de New York de principios de siglo. Con tan solo 23 años adquiere rápidamente relevancia como ilustrador de publicaciones masivas como Century y Life.

Como muchos de los grandes artistas a comienzos del siglo XX, Arthur se traslada en 1907 a la ciudad de París. Para comprender en profundidad se debe vincular a la efervescencia de dicha ciudad, ya que por entonces era el epicentro de la producción artística y cultural del orbe entero.

Por esos años, Pablo Picasso junto a George Braque y Juan Gris se encontraban en pleno desarrollo del Cubismo Analítico, y sentando las bases a su vez, para el transito al Cubismo Sintético. Matisse ya se había alejado de los Fauves, para concentrarse fundamentalmente en el uso del color, su aplicación en planos o figuras cerradas, lo que destacará de su trayectoria individual. Floreció el naciente rol del marchand, quien no solo ofrecía la comercialización de la producción artística, sino fundamentalmente un apoyo económico y humano a aquellos jóvenes artistas que señalarían un antes y un después en la Historia del Arte Universal, ya que el eurocentrismo reinante así lo establecía. Entre ellos destacan figuras como Gertrude Stein, Ambroise Vollard, Alfred Stieglitz, Duncan Phillips, Albert Barnes, etc.

Der Blaeu Reither fue un grupo conformado por Kandinsky, Franz Marc, August Macke, Garbriele Munter, Paul Klee entre otros, y cuyo principal catalizador era el interés por el denominado “arte primitivo” -concepción positivista muy propia de la época- y la indagación acerca de la posibilidades expresivas del color. Se puede intuir que Der Blaeu Reither resulta de gran influencia en Arthur Dove, de alguna manera él hacia propia sus búsquedas.

Entre las inquietudes del artista se incluyen teorías metafísicas, trascendentales. Se vio atraído por los ciclos naturales de renovación, y sus armonías universales, analogía que también trato de entablar entre el lenguaje musical y el visual.

El retorno a su patria sin embargo no fue sencillo. Arthur se enfrentó a su propia realidad, para su subsistencia debía mantenerse con sosiego bajo las normas que la industria editorial y la comercialización de la imagen impone. Sus producciones nunca podrían ser libres ni responder a sus propios intereses. Sin embargo, gracias al apoyo que recibe de Alfred Stieglitz para poder dedicarse íntegramente al arte, entre 1910 y 1911 se estima que produce las primeras pinturas puramente abstractas de esas latitudes.

En 1921 decide replegarse las zonas ribereñas de Long Island, donde se instala en una barcaza. Luego de este cambio, su obra transita el collage, retratos cuya representación aparece muy abstraída, y particularmente, naturalezas muertas creadas a partir de objetos hogareños y herramientas agrícolas. Trabaja en la búsqueda de lo que denomina “condición de luz”, un efecto de color con connotaciones simbólicas, que según Arthur, “se aplica a todos los objetos en la naturaleza, las flores, los árboles, las personas, las manzanas, las vacas. Todos tienen su propia condición de luz, que los establece a la vista, el uno al otro y al entendimiento ” (Samuel M. Kootz, Modern American Painters , 1930).

Arthur Dove – Storm Clouds, 1935

A partir de 1933 comienza lo que se conoce como su periodo provinciano. Regresa a Geneva, NY, lugar donde creció, para hacerse cargo de los negocios de su padre. Allí, su obra se vuelve aún más abstracta, los objetos de la naturaleza que lo rodea lo atraen desde lo formal, sus colores, sus líneas, enfatizan la desmaterialización de una lejana figuración, configurando una abstracción de formas orgánicas y planos de color.

En los últimos años de su vida se recluye en su granja y abandona la abstracción pura, dando nuevamente importancia a la figuración, su búsqueda ahora se reduce al “punto donde la abstracción y la realidad se encuentran” (Archives of American Art, Smithsonian Institution).

Arthur Dove muere de un ataque cardiaco en 1946, y hasta entonces continuó trabajando en anotaciones escritas y plásticas sobre el entorno natural observable.

Su legado no se reduce a ser el primer norteamericano documentado en abordar la abstracción pura en sus obras, es más trascendente. Dove se convirtió en una gran influencia para aquellos jóvenes rupturistas de los años ’50 quienes buscaron nuevas formas de expresión artística. Indirectamente Arthur colaboró con la primera generación de Expresionistas Abstractos, como Jackson Pollock y Mark Rothko, en la valoración del entorno y en destacar las poderosas cualidades del color y la línea.